deshollinaires • 5 de septiembre de 2025

Troncos o sobres deshollinadores. Lo que nadie te cuenta

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Cada invierno se repite la misma historia. Llega el frío, encendemos la chimenea con ganas… y entonces empiezan los problemas: “mi chimenea echa humo”, “no me funciona”, “consume un montón de leña y no calienta”.
En ese momento muchas personas buscan una solución rápida, barata y que no requiera llamar a un profesional: un tronco deshollinador, unas barritas o esos sobres mágicos que prometen limpiar la chimenea como por arte de magia.

Pero, ¿realmente funcionan? Te lo voy a contar desde mi experiencia como deshollinador, lo que dicen los fabricantes y lo que de verdad ocurre cuando entro en las casas de mis clientes.

Lo que prometen los fabricantes

Si lees las cajas de estos productos todo parece perfecto: limpian hollín y creosota, mejoran la combustión, reducen el riesgo de incendio e incluso algunos insinúan que podrían sustituir la limpieza mecánica.
En teoría basta con echar el sobre al fuego, cerrar la puerta y olvidarse del problema. Fácil, limpio y barato.

Lo que escuchamos los deshollinadores

La realidad es que cuando un cliente me llama, no me dice “quiero un mantenimiento preventivo”. Lo que escucho son frases como:

  • “Mi chimenea echa humo, no podemos ni estar en el salón.”
  • “No me funciona la chimenea, se apaga sola.”
  • “Necesito una limpieza urgente, viene la familia este fin de semana.”
  • “La chimenea ha salido ardiendo, ¿qué hago ahora?”

Son situaciones reales, y casi siempre tienen algo en común: la chimenea lleva años sin una limpieza profesional.

Qué ocurre en la práctica

Cuando se usa un tronco o sobre deshollinador en una chimenea saturada, lo que pasa es lo siguiente: el producto actúa, parte del hollín se desprende, pero no desaparece. Ese material cae dentro del conducto y se acumula en los codos, deflectores y tramos horizontales.
Resultado: se forma un tapón, el tiro se bloquea, la temperatura sube y… ¡incendio en el conducto de humos!

Y ojo: un incendio de chimenea no siempre es espectacular con llamas saliendo por el tejado. A veces es un fuego pequeño dentro del tubo que deforma el metal al ponerse al rojo vivo. Otras veces raja los conductos de obra. Y en casos más graves, puede llegar a extenderse y afectar a parte de la vivienda.

La normativa y el seguro

Aquí viene algo que muchos desconocen: la normativa obliga a realizar al menos una inspección anual de la chimenea. Y no puede hacerla cualquiera: debe ser una empresa habilitada por tu comunidad autónoma (en Cataluña, por ejemplo, por la Generalitat).
¿Por qué es importante? Porque si tienes un incendio y el seguro descubre que no has hecho la revisión con una empresa autorizada,
puede negarse a cubrir los daños. Y créeme, lo he visto.

¿Magia o química?

Estos productos no son pura estafa: llevan sales metálicas (manganeso, cobre, zinc…) que hacen que el hollín se oxide antes, se vuelva más frágil y se desprenda con más facilidad.
El problema es que ese hollín no desaparece: se queda dentro esperando a que alguien lo retire, o que alguna llama llegue a el provocando un incendio. Y algunos componentes, como los cloruros, pueden incluso ser corrosivos en chimeneas metálicas si hay humedad o condensación.

Entonces, ¿sirven para algo?

Sí, pero con matices. Un sobre o tronco deshollinador puede ser un buen complemento entre limpiezas mecánicas, siempre que la chimenea esté en buen estado y ya se haya limpiado correctamente.
Lo que no son es un sustituto de la limpieza anual con cepillo y aspirador industrial. Ni un remedio milagroso para una chimenea que ya no tira o está saturada.

Recomendación final

Si quieres que tu chimenea funcione bien, dure más años y no te dé sustos:

  • Haz al menos una limpieza mecánica anual.
  • Asegúrate de que la empresa está habilitada por tu comunidad autónoma.
  • Si quieres usar un producto químico, úsalo solo como complemento, nunca como “solución rápida”.
  • Y recuerda: si tu chimenea echa humo, huele mal, consume demasiado o incluso ha tenido un fuego dentro, llama siempre a un deshollinador profesional.

En conclusión

Los sobres y troncos deshollinadores no son ni el demonio ni la panacea. Pueden ayudar a mantener la chimenea, pero no sustituyen la mano experta ni la inspección que exige la normativa.
Lo que de verdad te dará tranquilidad es un mantenimiento correcto. Así evitas gastar más leña, malos olores, y sobre todo, el riesgo de incendio y de problemas con el seguro.

Además un deshollinador habilitado no solo te limpiará tu chimenea si no que te explicará detalles que tienes que tener en cuenta, te dirá cual es el estado real de tu chimenea y que precauciones tomar en cada caso, así como explicarte cuales son aquellas mejoras que necesita tu chimenea, en definitiva tu tranquilidad y saber que tu chimenea ahora es segura.

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